Durante el cortejo el macho realiza un ritual muy elaborado tras el que se produce la fecundación. La pareja no se toca en ningún momento: el macho deposita sacos de esperma que la hembra recoge. Los huevos se depositan en el agua bajo las rocas. Las larvas se quedan en el agua durante su primer año de vida, hasta que completan la metamorfosis. Destaca en las larvas las branquias externas muy emplumadas, para facilitarles la respiración debajo del agua.
Es una especie en peligro crítico de extinción, se estima que quedan menos de 1000 ejemplares salvajes en el mundo. Su número ha descendido un 80% en los últimos 10 años. Actualmente diversos zoológicos de todo el mundo están realizando proyectos en común de cría y repoblación. Las principales causas de su estado crítico son la destrucción del hábitat, la reducida zona geográfica en la que se encuentran, su extrema sensibilidad a los cambios de temperatura y el comercio de esta especie para utilizarla como mascota.
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