Flamenco común

Los machos tienen un peso promedio mayor. De longitud alcanza de 125 a 160 cm. Las alas tienen una envergadura de 140 a 165 cm. El peso es de 2.2 a 3.4 Kg. El plumaje es rosado, las alas son de tonalidad más intensa llegando a ser rojas con las plumas primarias y secundarias negras. El pico del flamenco común es grande con las laminillas filtrantes muy desarrolladas con lo que pueden ingerir presas relativamente grandes como pececillos y crustáceos.
Se alimenta de pequeños animalitos acuáticos: macroinvertebrados. Los obtiene filtrando el agua.
Hace el nido en el fango en forma de cono con una pequeña depresión en la parte superior. Este cono llega a tener una altura de 20 a 45 cm, el diámetro en la base es de 50 a 80 cm y en la parte superior de 25 a 40 cm. Los nidos pueden encontrarse separados unos de otros por menos de un metro. La nidada usual consiste en un huevo color blanco y la incubación dura entre 28 y 32 días y es efectuada por los dos padres. Anida en colonias que pueden contar con cien mil nidos. Normalmente la pareja permanece junta sólo durante una temporada, aunque se estima que un 2% mantienen la unión el año siguiente. Los polluelos forman grupos también llamados creches o guarderías y tardan 11 semanas en poder volar. 
Los flamencos comunes son animales legendarios desde tiempos inmemoriales. Según una tradición judía, quizás la leyenda más antigua sobre flamencos conocida, se afirma que el chol fue el único animal del Edén que resistió la tentación y conservó la vida eterna. Los egipcios recogieron ésta idea y mitificaron también al flamenco. Lo denominaron fénix, como referencia a su color rojizo, llegándolo a considerar un animal totémico, un semidiós, que se quemaba voluntariamente en la hoguera del sol y renacía al día siguiente de sus propias cenizas. Este mito se extendió ampliamente entre los griegos, que le dieron el nombre de phoenicopterus, es decir, alas rojas, apelativo adoptado precisamente por la comunidad científica para denominar genéricamente al flamenco.