“Al sudeste de la amazonia vivía un hombre llamado Pirarucú, hijo del jefe de la tribu de los Uaias. Era una persona altiva y vanidosa, egoísta y muy agresiva que gustaba de criticar a los mismos dioses, simplemente un mal hombre.
Cierto día que su padre le llevo de visita a una tribu vecina, sin ningún motivo, Pirarucú mato a varios hombres. Enfurecido, el dios Tupá mando a Lururaruacu (tormenta) contra Pirarucú, cuando este estaba de pesca junto con otros en el rio Tocantins (pico de papagayo)
Comenzó a llover violentamente pero Pirarucú se burlaba y maldecía a los dioses, Tupá envió a Polo (fuego) y le ordeno quemar la selva pero Pirarucú se negaba a disculparse y sus acompañantes huyeron. Por último, Tupá mando a Xandore (relampago) y cuando Pirarucú trato de escapar este le hirió en el pecho, arrojándolo hacia el rio. Pirarucú desapareció en las aguas y nunca más se le volvió a ver. Pero, durante largo tiempo, la región fue aterrorizada por un enorme y escamoso pez”
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